miércoles, 2 de enero de 2013

Dar el Biberón

Cuando la lactancia materna no es posible, por el motivo que sea, los biberones son la herramienta imprescindible para alimentar al bebé. Tambien cuando el pequeño crece y se le quiere ofrecer agua o zumo. Es fundamental alimentar al bebé manteniendolo en brazos, mirándole, susurrándole y acaraciándole.



¿Qué necesito?
Para una lactancia cómoda con biberón es imprescindible contar con al menos:
- de 4 a 6 biberones
- varias tetinas
- cepillo para limpiar el biberón
- leche en polvo
- esterilizador

¿Cómo se prepara el biberón?
Sencillo. Se pone el agua en la botella, se le añade la leche en polvo y se comprueba la temperatura de la leche poniendo una gota sobre el interior de la muñeca, que debería de notarse cálida, pero no caliente. Hay que comprobar tambien la cantidad de leche que sale por la tetina, que no salga ni muy rápido, ni muy despacio.

El agua de biberón
Siempre que el agua sea del grifo (y previamente habiendonos asegurado que es potable) es imprescindible hervirla durante un minuto desde el momento de ebullición. 
Si elegimos agua envasada, hay que que tener en cuenta que no todas son aptas para el bebé. Hay que elegir las de mineralización débil.

¿Cómo se da el biberón?
El biberón se da siempre en brazos. Se le aguanta medio sentado y se le introduce suavemente la tetina, que deberá de estar siempre llena de leche, para evitar que el bebé trague aire.

El biberón, tambien a demanda
La Sociedad Europea en Gastroenterología, Hepatología y Nutrición en Pediatría recomienda que el biberón se dé a demanda, tanto en horario, como en cantidad.
Aunque se suela recomendar dar un biberón cada 3 horas, debido a que la leche artificial es de más difícil digestión que la materna y por ello permanece más tiempo en el estómago, no es necesario esperar a que el estómago esté vacío. De echo esto nunca lo sabremos con certeza y no significa que el niño no deba o no necesite comer hasta ese momento.

Higiene adecuada
Sobre todo los primeros meses, es importante esterilizar los biberones y tetinas antes de cada uso.
- Hirviendo en agua durante unos 10-15 minutos
- Mediante el método Minton: este método se vende por regla general en las farmacias y consiste en una cubeta, cuya capacidad es de cinco litros de agua, donde se vierte un tapón y medio del frasco de líquido que viene dentro de la caja, o bien, en la misma cantidad de agua, se pone una de las pastillas. La solución preparada sólo dura 24 horas. En este agua es donde se colocan los biberones.
- Esterilizadores eléctricos: Se introduce el biberón con agua y se calienta. Normalmente sirven para más de uno a la vez.


Los biberones
Plastico: resisten más a los golpes y son más ligeros. Son muy prácticos para las salidas pero como inconveniente hay que señalar que pueden llegar a absorber el color de alguna bebida. Se suelen recomendar para los bebés más mayores.
Vidrio: se puede romper fácilmente y en general se suelen recomendar para los primeros meses. Se asocia con más higiene y mayor facilidad para limpiarlo.

En función de su forma tenemos los de boca ancha que tienen la ventaja de que son más fñaciles de limpiar y los que tienen forma anatómica, estupendos para cuando el bebé puede cogerlos por sí mismo.

Las tetinas
Conviene ir probando las que más le gustan al bebé. Se recomienda revisarlas a menudo y cambiarlas cada cierto tiempo, para evitar que estén deterioradas o frágiles.
Silicona: se recomiendan para los primeros meses porque no se deforman, son más firmes y resistentes y permiten que el bebé se adapte bien a la succión. Aunque algunos niños las prefieren de látex.
Látex: se aconsejan cuando el bebé es mayor, pues ressiten mejor a los mordiscos. Es un material natural que ofrece una gran seguridad frente a los desgarros.

Además, las tetinas se diferencian por la edad para la que están recomendadas y por el líquido que permiten pasar.    




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